Saturday, April 11, 2009

Aparta de mí este cáliz

Cuando Jesús, en el monte del Sinaí, le dijo a Dios "aparta de mi este cáliz" es que ya sabía todo lo que le iba a ocurrir; la crufixión, los golpes, burlas y humillaciones de parte de toda la raza humana. Pero más aún, sabía el futuro de todos nosotros, sabia que sin ese sacrificio muchos no encontraríamos sentido a esta vida.
Si Dios es magnífico, omnipotente, majestuoso y sabía el futuro, que iba a resucitar, ¿porqué tuvo tanto miedo cuando la hora de la muerte lo acechaba?, porque vio todo el mal que le iba a ser el mundo, a pesar de su amor incondicional. Jesús en ese instante de oración vió a un mundo avaro, drogadicto, alcohólico, perverso, lleno de maldad, con sicópatas vagando por las calles y ladrones deambulando por las casas. Veamoslo así, vió un adelante de la película más horrorosa del mundo, con crimenes, asaltos, violaciones, faltas en su nombre. Vió a este mundo invadido por el pecado.
Ahora, pongamonos en el caso de Jesús.¿Haz entregado todo por amor sabiendo que en el futuro no te lo van a considerar?, cierto que entristece el alma y corazón? Pero Jesús sabía el trasfondo de este amor inmenso, sabía que muchos necesitabamos este ejemplo de amar sin recibir nada a cambio, porque así es el amor de El; paciente, gratificante y eterno.
Muchas veces hemos despreciado el amor de otras personas, sin querer o por orgullo, pero más doloroso es que nos despreciene a nosotros el nuestro. Con la mayor dedicación cortamos flores y se las entregamos a "nuestro ser amado" y él nos desprecia con una mirada. ¡Qué dolor para nuestro corazón! pero qué hubieras hecho si conocieras el futuro y verificas que esto podría pasar, le regalarías aún el ramo de flores, aunque te desprecien? Cierto que no, el ser humano es así. Sólo da cuando es seguro donde deposita su dedicación y amor, si no hay recepción no entrega; está basado en el lema "a medida que entreguen yo voy a dar", pero Jesús deposita una nueva ley con su venida "dar sin esperar nada" y "amense los unos a los otros, como Dios los ha amado". En esos dos lemas se resume la semana santa que he vivido.
Con desesperación pedimos al Señor que nos aliviane la carga, le exigimos su bondad y que se hagan las cosas rápidamente. Pero no por el hecho de ser "cristianos" tenemos ganado el cielo, es cierto Dios nos llamó pero ahora nos consta responder a ese llamado, aunque sea más difícil que el de los demás, ¿quién dijo que vivir en el amor de Dios era fácil? pero no te lo niego, es gratificante, sólo basta aventurarse y seguir el camino de Cristo. Mal no te va a hacer.