Se acercan las elecciones y esta pregunta choca en mi cabeza cada vez que veo la franja electoral. Y es que siento que todos son más de lo mismo, si no están en el Gobierno, son muy extremistas, sino son muy faranduleros o han vendido todo para conseguir un voto. Además, son muchas las promesas y poco el tiempo que queda para decidir...
Mi lado político siempre ha sido inclinado hacia la derecha ya que está más ligado a mis valores cristianos. Por las elecciones pasadas me inscribí para votar por Joaquin Lavin, porque creí que iba a hacer un buen referente, aunque a decir verdad le faltaba autoría y mando (igual que a nuestra actual presidenta), era un monigote que la UDI utilizaba para hacerse cargo de La Moneda.
En estas elecciones nadie me representa, ni siquiera Sebastián Piñera que se ha vendido por unos votos. Me refiero principalmente a la inclusión de los homosexuales dentro de su franja. Creo que sólo fue una manera de instrumentalizar a estas personas, que más allá de su condición hay que acogerlas. Aún así debo ser sincera y hacer un mea culpa conmigo misma ya que no tengo una opinión clara frente al tema; estoy en una disyuntiva pero al menos ahora los acepto como persona, trato de separar su condición sexual con su persona y lo que en verdad son: unos seres humanos.
Los candidatos se llenan la boca diciendo que son "open mind" o que están a favor de la inclusión homosexual pero ¿de qué manera? esa es la real pregunta. Todo por la ambición de poder. Es la manera más egoísta que tiene el ser humano de actuar: utilizar a los demás en beneficio propio. Además, si Sebastián Piñera pretende legalizar la unión homosexual, a ¿qué partido representa?, ¿de qué manera se llama cristiano? la verdad es que muchas dudas discuten en mi mente. Quizás soy un poco ingenua pero cada día me convenso más de que no sería malo anular el voto para hacer, de alguna forma, una crítica a la falta de nuevas ideas y cambiar de una vez por todas la política en Chile.
