La piedra está corrida

Desde muy pequeña me enseñaron la historia de la resurrección. No puedo decir que eso era fe, porque al igual que se enseña de la historia de un país o de una guerra o algún otro acontecimiento se me fue inculcada la religión católica en mi vida. Recuerdo que mi mamá me decía que oráramos cuando sentía miedo aquellas noches oscuras en que no sabía qué podría aparecer bajo la cama o había dentro del clóset. Y se lo agradezco, fueron los primeros instantes de experiencia de fe que tuve.
Como católica praticante me involucré desde los 16 años con la rememoración de Jesús en la cruz, la semana santa y todos los ritos católicos. Anteriormente, sólo me iba de vacaciones con mi familia a La Serena y comíamos mucho pescado. Recuerdo que se debía hacer silencio y eran momentos reflexivos, aunque como niños no lo entendíamos.  Cuando tenía cerca de 5 años, mi madre me cuenta que entramos a una Iglesia y le pregunté porqué lo tenían crucificado, por qué estaba triste y corría sangre. Para un niño suele ser fuerte enfrentarse a la muerte de cruz y más difícil es entender que murió por tus pecados. ¿Mis pecados? ¿a los cinco años? Era difícil comprenderlo.
Con el tiempo fui conociendo lo que era tener fe, me incorporé en las actividades de una parroquia y comencé a vivir un poco más la fe, pero bastante doctrinaria. Increiblemente, cuando tuve una experiencia de sufrimiento fue el único momento en que mi fe se puso a prueba y comencé a comprender de qué se trataba. Cuando miro la cruz puedo ver sufrimiento y a la mayoría nos da miedo mirarlo de frente. Pero ¿qué te pasaría si sabes que ese acto de amor lo hicieron por ti?. Es difícil creer que el amor está crucificado o peor aún, que eso es un gesto de amor. Pero ¿no es acaso cuando están en las malas cuando te demuestran el amor? Esto es concreto, es un signo que recala fuertemente en nuestros corazones cada semana santa.
 Pero nunca había reflexionado, hasta que me lo dijeron, que toda la fe cristiana se resume en que la piedra está corrida.

Un signo que muchas veces para mí había quedado de lado en aquella lectura en que las mujeres van a ver la tumba de Jesús y ven la que la piedra la habían corrido. ¿Qué significa eso? ¡¡¡La resurrección!!! Además de morir por tus pecados, te regala la vida eterna. ¡¡Maravilloso!! Si la piedra no habría sido corrida ¿cómo evidenciamos que Jesús está vivo y ha resucitado?, ¿le habríamos creido al ángel? Creo que esto es un signo muy potente que me ha llegado este fin de semana santo. Dios también puede correr la piedra que tengo en mi corazón, la que me impide realizar el bien y, sobre todo, me impide la conversión. La que me lleva a mi egoismo y a mirarme el ombligo. Cada día, Dios puede remover esa piedra que te enceguece de su verdad y esa es la maravillosa noticia. ¡¡¡Nunca es tarde para vivir en su hermoso amor!!!

La voluntad de Dios

Por mucho tiempo supuse entender lo que era la voluntad de Dios, no entendía por qué los demás le ponían "tanto color" cuando hablaban de cumplir, etc... Ni sabía con la chichita que me estaba curando y  la verdad estaba bien ciega y tenía una doble vida. Era una niña que se movía por la imagen e intentaba dar el ejemplo que le entregaba el curita en la misa. Escribía bonito, la verdad es que reviso las anteriores publicaciones sobre la religión, la fe, la misa, etc... y no entiendo de dónde salieron palabras tan bonitas. Quizás fue el espíritu santo, pero la verdad es que no lo sentía o era a ratos. En ellas suelo hablar de la voluntad de Dios, que está por sobre la mía y que la practico ¡Qué mentira más grande!

Si fuese tan fácil poner la voluntad de Dios por sobre la mía, créanme sería MIL veces más feliz, estaría MIL veces más tranquila. La verdad, la manera de entender la voluntad de Dios es cumpliéndola y aunque suene a paradoja, así lo es. Claro, no sé de qué se trata la voluntad de Dios, porque es un trabajo bien profundo y, generalmente, sabemos qué es y qué no voluntad de él cuando la situación ya pasó.

Cada día me enfrento a mis cruces, sufrimientos y todos los días intento revelarme contra mi realidad. Me carga tener una familia así, me gustaría que las cosas fuesen de otra forma e incluso creo que "a mi manera" sería más feliz. La verdad es que lo único que he aprendido con los pocos y nada años que llevo de experiencia es que aceptando la realidad, a pesar de que no te agrade, puedes crecer, vivir en paz y desarrollarte mejor como persona, porque ves que existe un Dios que te envió en esa familia por una razón. En fin, creyendo en Dios, todo cobra sentido. De eso, más o menos, se trata la voluntad de Dios. Tengo una hermana así por tal motivo (la verdad es que aún no lo descubro) pero en ves de negar esta realidad, la enfrento con Jesucristo y él me hace caminar sobre las aguas de la muerte. Para mí, eso ha sido el entender la voluntad de Dios. No así las frases hechas que le copiaba al curita el día domingo. La verdad es que cumpliendo su voluntad, sus mandamientos, he entrado en un paz que NADA en la vida me puede dar. Y creo que esa es su voluntad, que yo esté tranquila, a pesar de todo lo que pueda ocurrir a mi alrededor. No soy una teóloga, ni tengo estudios al respecto pero creo que la fe sólo te llega cuando la vives, la tomas como una manera de vivir y no como un refugio "en momentos tristes". Para mí, la fe ha sido un camino para conocerme, en mis límites, aceptarme y quererme, porque así Dios me creó, porque esa era su voluntad y quizás más adelante vaya entendiendo el para qué de muchas situaciones, hasta el momento sólo me refugio bajo su alero porque tengo la certeza de que sin él estaría muerta. 

Dar la vida por la Iglesia

 ¿Quién perdería la vida por una empresa así?

 

Resulta difícil dar la vida por una Iglesia tan cuestionada en estos tiempos. Los casos de pedofilia han repercutido fuertemente a una sociedad que aún creía "algo" en la visión de la Iglesia Católica, visión que ha estado presente en los medios de manera de aportar a la moral y buenas costumbres. Pero la sociedad quiere libertad, ya no quiere que le digan qúe hacer ni cómo comportarse, qué lata tener un curita que te diga cómo ser y qué hacer, mucho más si aquel autoridad se muestra  tan desvalorizada.

Esta exposición de la Iglesia la ha dejado con un descrédito no sólo frente a los medios de comunicación, sino a muchos alejados de la religión que encontraron su mejor motivo para decir que creer es cosa de tontos. Y no los culpo, tienen una muy buena argumentación para decirlo. La pedofilia es reprochable por dónde se le mire y también lo es ocultarlo y hacerse "el loco" con estos temas tan delicados. Sin embargo ¿cómo dar la vida por una institución que sufre de tan desagradable catalogación?, ¿por qué seguir siendo parte de una empresa que tiene todo para sucumbir? Mejor escapar ¿no?, como dicen, soldado que arranca sirve para otra guerra. Pero los creyentes sabemos que no vale la pena, que huir del sufrimiento o de la humillación te alejará del camino de Dios, por eso mejor afrontarlo con las herramientas que él te ha entregado.

Salir a la calle y decir "Dios te ama" es un mensaje que pocos se atreverán a decir, por que quienes lo representan han faltado a uno de sus mandamientos. Si fuera por eso, nadie podría hablar de Dios, no justifico su accionar PARA NADA, es condenable pero todos somos humanos y merecemos el perdón de Dios. La segunda oportunidad que llega desde el cielo es para todos, a pesar del pecado que hayamos cometido, Dios es tan justo que hace salir el sol para justos y pecadores. Suele fácil decir "yo perdono a todo el que me hace mal", pero otra cosa es hacerlo, sin embargo a eso nos llama Jesucristo a dar la vida por el otro, a pesar de que te haya fallado. Acaso no es mejor perdonar, dejar que Dios haga la justicia, que es justo que mira desde el cielo que uno actuar en su propia justicia, con venganza. Es verdad, en este mundo existe la injusticia, de muchas maneras, pero Dios es más grande y si uno cree también esperará en su misericordia. Felices los que lloran porque serán consolados.

Por eso, hoy más que nunca, estamos llamados a dar la vida por la Iglesia, por la esposa de Jesús, a dar a conocer el nombre de Dios y dar testimonio de su existencia en nuestras vidas. Aunque afuera digan que estamos locos, que estamos perdiendo el tiempo y nos humillen y se rían de nosotros. "Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alegrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron" (MT 5, 1-12)

Sabemos que el reino de Dios no es de este mundo y que como él ha sido el único que nos ha dado la vida, ¿cómo no devolverle la mano? Esto no quiere decir justificar el accionar de unos pocos, es más Jesucristo nos llama a ser libres en la verdad, por eso encuentro que la Iglesia, paradójicamente, está viviendo un tiempo de gracia, con tribulaciones que traerá enseñanzas y fortalecerá la fe de muchos. Porque si ponemos la fe en los hombres, cuán decepcionados estaremos, mas si Jesús es nuestra creencia tendremos la victoria en el cielo y en la tierra. De otra forma no se explicaría cómo, a pesar de las faltas de muchos otros sacerdotes en el pasado, la gente sigue creyendo y el cristianismo se mantiene a lo largo del tiempo.

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Menos tolerante que Benedicto XVI

Recientemente el Papa Benedicto XVI se mandó una de esas declaraciones que uno como Católico prefiere omitir. Desde hace un tiempo he defendido la castidad, la virginidad y las relaciones en el matrimonio y la máxima excelencia de la Iglesia llega y admite el uso del preservativo "en algunos casos". Ya sé no es para alarmarse pero si la estrategia del Vaticano es reunir a mayor cantidad de gente, se están olvidando de la palabra del Señor "muchos son los llamados y pocos los escogidos".

Es cierto que el Sida es un problema bastante grave que está expandido por todo el mundo, sobre todo en las regiones más pobres de África, pero los Católicos que creemos en Cristo Jesús no podemos dar nuestro brazo a torcer, la obra del Señor es mucho más grande y hay que confiar en su providencia. Decir que el condón puede ser utilizado "en algunos casos", es ir aceptando una realidad moderna, que está fuera de la iglesia y fuera de la concepción de la vida natural, como lo creó Dios. Si utilizamos el condón o las pastillas anticonceptivas como método estamos interviniendo en la concepción de una vida, estamos dejando Dios a un lado. Ya sé lo que me van a decir ¿y vas a dejar que esa gente se muera? Pensemos razonablemente, la gente que tiene relaciones sexuales "casuales" sabe qué riesgos corre y generalmente ocupa el condón para protegerse y quienes ocupan la prostitución también saben a qué se exponen, entonces ¿la solución está en ocupar condón? Aquello sólo sería poner el parche, cubrir una realidad que tiene un problema mucho más grave, como la pobreza, la prostitución y la ligereza de ver las relaciones sexuales de hoy.

Para mí el Papa es regidor de la Iglesia, por lo que sus declaraciones llegan hacia los fieles Católicos, no así a quienes no practican la religión. Más preocupado debería estar de la evangelización que de promover soluciones parches. La Iglesia no necesita modernizarse, ni adecuarse a los tiempos actuales, la Iglesia es un oasis dentro de este mundo voraz, un espacio de conexión con Dios, donde podemos encontrarlo, no desperdiciemos esa posibilidad bendita que tenemos en ella.

Con respecto a la portada del The Clinic, a penas la vi dije "claro lo que dijo el Papa es totalmente ridiculizable", sin embargo dejemos que ellos digan lo que quieran, al final son puras blasfemias y darle espacio en los medios cristianos es sólo propaganda.  Y es que aceptar el uso del condón "en algunos casos" es como aceptar una "mentira blanca" o el asesinato con razones fundadas. Y ¿dónde quedó el discurso de la castidad, de las relaciones dentro del matrimonio y del amor?, claramente con esta declaración es un discurso que se nos cae. Podrán decirme "eres menos tolerante que el Papa" y puede ser cierto, es que para mí las cosas son o no son.

¡Dios no quiere defensores!

Siempre me he destacado por ser una cristiana fanática. En todas partes, no importa donde sea, soy identificada como la mujer que asiste a misa los días domingos y jamás me he arrepentido, es más, me siento orgullosa por serlo. Pero a veces se me pasa la mano.

Cuando uno conoce algo que te hace feliz, quieres que todos tus amigos y seres queridos conozcan eso preciado, por lo que los llamas, los invitas, les hablas de lo que te pasó, de la felicidad que sientes y si ellos no lo entienden, si ellos no te comprenden y te toman como un loco, te cae la frustración. Ahí empiezas como gato de espaldas a defenderte. Eso me pasa a mí cada vez que trato un tema polémico referente a la Iglesia Católica, la Biblia o el cristianismo. Y es que es imposible tratar de que el otro entienda lo que a ti se te ha revelado y no es porque seas mejor, sino que es voluntad de Dios, de su inmensa misericordia del porqué te escogió a ti. A ti, sólo te queda agradecer.

Me muevo en un mundo bastante agnóstico, resentido, con mucha rabia hacia los poderes fácticos, entre ellos la Iglesia Católica que, además ha estado en la palestra por los temas de pedofilia, situación que es imposible defender. Pero sí hay varios temas polémicos en la sociedad, tales como el matrimonio de personas del mismo sexo, la pildora del día después, del aborto, etc... y lo que afecta más a los jóvenes, la castidad y virginidad, algo imposible para muchos jovenes de hoy. Te tratan de pechoña, de cartucha, de moralista, de anticuada, entre las cosas bonitas que te pueden decir. Pero a mí me pasa algo, apenas siento que están diciendo una blasfemia sobre Jesucristo me salta algo en el corazón y reacciono impulsivamente. ¿Y dónde quedó el discurso cristiano? Ahí está el error.

La vida de una persona cambia cuando Dios participa, hay un cambio del cielo a la tierra y descubrimos lo frágil que somos, lo pecadores, pero lo libre que estamos gracias a la conversión y, porsupuesto, lo amado que nos sentimos. Comenzamos a ver con los ojos de Cristo y él es nuestro filtro, no de buenas a primeras, pero sí con el tiempo y en la medida en que Dios se va revelando. Cuando empezamos, también queremos ser los héroes del mundo, queremos salvar este mundo de la muerte del pecado, queremos que Dios se haga presente en la miseria de la gente. Pero nos queda grande, los tiempo de Dios nunca son los mismos que los de nosotros y sólo él sabe. Por eso si el otro te discute acerca de tu religión, te pelea y no está de acuerdo da una rabia enorme, sobre todo si Dios te ha echo tanto bien.

No podemos convertir de un día para otro a nuestros amigos, no puedo meterme dentro de la cabeza de la otra persona y que ponga "aceptar" a mi invitación para convertirse al cristianismo. Por eso, el amor es libre y Dios permite esa libertad. Si estamos con Dios, no podemos andar disparatando cosas, siendo impulsiva o responder a la primera. De esta manera sólo se nos cae el hermoso discurso del cristianismo. Más se convierte con el testimonio, con el hacer, con que te vean que estás bien...

"Dios no necesita defensores sino hombres que lleven su palabra, no que encandilen, sino que iluminen"

Periodistas chaqueteros

No hay nada más extraño que el periodismo deportivo. Si no hablas de resultados, pareces hincha hablando de tu equipo favorito. Sobre todo en Chile, donde la mayoría de los periodistas son chaqueteros y les resulta casi imposible ser objetivos.

Ya el periodismo en general está en baja, con eso de la tecnología y el periodismo ciudadano, como que no hace falta estudiar cinco años para poder ejercerlo, cualquiera que escriba bien, hable bonito, tenga presencia puede ser periodista hoy en día. Hay que manejar datos, estadísticas, memorizar jugadas y cosas ñoñas. Sino, no son catalogados periodistas deportivos, por eso hay pocos buenos y los que hay en televisión SON LOS PEORES. Se soban el lomo entre unos y otros, mantienen una estrecha relación con sus fuentes para conseguir la información privilegiada pero eso a veces los limita y ahi dónde está el peligro.

Pero lo que más llamó la atención durante la transmisión de los partidos de Chile en Sudáfrica 2010, es contar con la presencia de Pedro Carcuro, Fernando Solabarrieta e Iván Zamorano. ¿Quién lo mandó a estar ahí? Un ejemplo claro lo tuvimos con el primer gol de España. Carcuro daba por muerto el partido, a pesar de que Chile no jugaba tan mal, ya con el segundo era el suicidio y no podríamos clasificar a los octavos de final. Todo cambió en el segundo tiempo cuando Millar entró y metió el gol que necesitábamos. Es verdad, era un partido que se podría haber jugado mejor, pero ¿para qué el pesimismo?

Bueno, la verdad lo chaquetero no sólo existe a nivel nacional, sino que internacional. Hoy, viendo la definición entre el tercer y cuarto lugar entre Uruguay y Alemania por internet, los comentaristas mexicanos hinchaban prácticamente por el equipo europeo. ¿Por qué siempre el favorito es el que más gritan los goles, que dicen que juega mejor o que transmiten con más ímpetu? Mas si Uruguay, en la persona de Forlán mete un gol, la algarabía de los relatores es total, diciendo que apostaban siempre por este equipo. A simple vista, se podía visualizar que Uruguay jugaba con más garra, pero más desordenado y arriesgando más, mientras que Alemania (confiando en el pulpo Paul) entregaba mayor seguridad a sus jugadores en el trabajo en equipo y eso fue al final lo que no los debilitó, además, claro, de las fallas que cometió el arquero Uruguayo.

Sin embargo, hay otros que gozan con el fútbol, con el de calidad, no importando si se presenta la selección de Ghana en la cancha o si juega la furia roja, de igual forma los goles son relatados. Es cierto, el periodismo debe ser objetivo, imparcial, pero es casi imposible cuando tienes sentimientos... si tampoco son robots, pero tampoco es necesario ser tan explícito en el gusto que se tiene.

No es sólo gustar de los deportes o querer haber sido futbolista, no es sólo jugar pichangitas o comentar los partidos con el compañero amigo, sino mejor le pongo una grabación en la oficina... esto conlleva mayor aprendizaje que a veces no se logra en la Universidad. Tal como en Argentina que toman el fútbol en serio y allá sí que no hay chaqueteros, a pesar de perder por 4 a 1 frente a Alemania. En el país trasandino existen herramientas para estudiar metódicamente el periodismo deportivo, para disimular el hincha que llevas dentro. Porque con que te declares de un equipo no significa que puedas observar o admirar al rival y eso es lo que le falta a los periodistas deportivos, dejar de cambiarse la chaqueta y relatar con los ojos del periodismo, aunque cueste.

El ejemplo que entrega el Vaticano

Últimamente, la Iglesia Católica se ha visto envuelta en una ola de casos de pedofilia en Holanda, Irlanda (70 casos), Alemania y Austria. Ha generado alarma entre las diócesis y la prensa mundial quienes esperaron la respuesta del Vaticano, para ver si defendía a éstos o los mandaban a la "hoguera". Ocurrió la primera, la que menos representaba al pueblo cristiano. 

El 9 de marzo, en un comunicado de prensa, el Vaticano respondió a los ataques que sufrió la Iglesia sobre abusos sexuales a menores, en la que dijo, precisamente, que éste era un problema mayor, que se extendía por todo el mundo.

Asímismo, el vocero del Papa Benedicto XVI, el padre Federico Lombardi sostuvo que "concentrar los abusos sólo en la Iglesia deforma la perspectiva de los hechos", quien además recordó que en Austria "de 510 casos investigados sólo unos 17 implican a la Iglesia".

Sinceramente, esa no es una respuesta que defina al apostolado católico. Es como decir; "yo robé mil pesos, el otro robó 10 mil" o argumentar el delito, en este caso, pecado, por una tendencia a nivel mundial. Claro, obviamente si te comparas con el universo, siempre tu falta será menor. Pero, como dicen, la magnitud del delito no agrava la falta. Sobre todo, si estamos hablando de una institución que difunde la palabra de Dios, que promueve sus valores éticos y morales y que su enseñanza, se basa en las sagradas escrituras. 

Ahí mismo, se choca con el "padre gatica", que predica pero no practica. Es muy fácil hablar del amor, de la enseñanza, de los valores y castigar con la moral hacia fuera y así mismo lo dijo Jesucristo, "es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el vuestro". Más fácil echarle la culpa a la mayoría, que asumir la propia.

Por su parte, el Papa Benedicto XVI se disculpó ante los casos de pedofilia y ya hubo repercusiones, uno de los secretarios que descuidó esta información renunció y se disculpó ante las víctimas y desarrollarán el caso hasta culminar con los responsables. 

Pero donde se ha dejado sentir es en la popularidad de la Iglesia en Alemania, la cual ha bajado a un 24%, referente a los 38% que tenía de aprobación hace seis semanas atrás. Claro, estas cosas le dan menos seriedad a una institución que necesita apoyarse del espíritu santo, de tener claro su objetivo divino y de seguir el rumbo. Lamentablemente la institución Católica está hecha por hombres, hay mucho protocolo y poco desprendimiento de varias riquezas, pero quién soy yo para juzgarlas. Pero lo que sí me llama la atención es que cuando la Iglesia se ve involucrada en casos oscuros, tienden a esconderlos. En vez de ser transparentes y sacar la "mala hierba" de entre sus funcionarios, prefieren taparlo, ocultando esa información. Así como se privan a hablar del sexo, de que no es sólo que a Dios no le gusta o que te puede castigar y también en temas "oscuros" que convocan al Vaticano,  la Iglesia prefiere callar. 

¿Y el ejemplo digo yo?, es algo que deberíamos reflexionar en esta semana santa que se aproxima.