¿Hasta dónde llega la libertad del Ser humano?, ¿somos libres de verdad?,¿afecta la voluntad de Dios en la decisión que tomemos? y sólo la voluntad de Dios es el camino correcto?, la verdad es que no tengo todas las respuestas a las preguntas que acabo de plantear.
De acuerdo a Spinoza, el libre albedrío no existe debido a que todo está "determinado" por un dios creador que modela la realidad que nos rodea. No importa lo que hagamos, ni la decisión que tengamos siempre esto será consecuente a la predestinación de la naturaleza. "Todo ya estaba escrito", por lo que sólo hay que dejarse atropeyar por la realidad y que ésta nos transforme, así como la materia.
Sin embargo, yo no creo eso. De acuerdo al cristianismo, Dios desde la historia de Adán y Eva nos entregó la libertad de elección, advirtiéndonos que es el mal y nosotros de curiosos, como si hubieran dejado la carnicería en propiedad de un gato, pecamos a cabalidad. Es la soberbia del hombre moderno, que quiere dominar su mundo sin el designio de una divinidad controladora. Desde ese instante que Dios nos entregó el "libre albedrío", para que cada uno escoja su propio camino, de lo contrario Dios jugaría con nuestro futuro desde arriba y nosotros seríamos "meros reproductores" para financiar "el juego de Dios".
Sin embargo, Dios Omnipotente ha sido misericordioso con su raza y, a pesar del mal, la ama. Es un Dios amigo, que trata de no intervenir en nuestras decisiones, quiere que cada uno de nosotros con sus propias herramientas encuentre su camino. Por otro lado, ¿dónde está su voluntad?, ¿cómo saber si estamos actuando en ella?, para mí es un misterio pero que siento presente en mi vida. Siento que si pido "que se haga su voluntad", descanso en la cruz de Jesucristo y el sufrimiento no es lo mismo. No creo que por ser cristiano deje tener problemas, es más, muchas veces he vivenciado que los obstáculos están aún más presentes. Pero entrando en aquél camino todo se va facilitando, el zoom va disminuyendo y si antes nos ahogábamos en un vaso de agua, ahora podemos salir más rápidamente de esa "depresión" o tristeza. Tener a Dios en tu vida, hace que, simplemente, podamos afrontar más dignamente los problemas y no rehuir de ellos, teniendo en cuenta de que cada caída es un aprendizaje más de vida.
No obstante, no creo que ir en contra de la voluntad de Dios sea tan decisivo como escoger un camino "lleno de espinas" y obstáculos. Como dije antes, estos no disminuyen pero se vivencian de otra manera. Creo que en esta vida, en el camino que uno escoja Dios se revelará de distintas formas, ahí uno tendrá que abrir o no su corazón para adelantarnos a la felicidad eterna acá en la tierra. No es que si tomamos el camino del mal nos vamos a condenar para siempre, está el arrepentimiento y la bondad de la divinidad que constantemente nos quiere hacer feliz y llevarnos a su reino. Y ¿dónde está el libre albedrío?, como quise evidenciar antes, en escoger el camino de Dios o rechazarlo, sin duda esto no es absolutamente definitivo.
La respuesta a esta pregunta podría estar en la película de Jim Carrey titulada "Todopoderoso", en donde el protagonista le pide a Dios que su vida "desgraciada" cambie, es entonces cómo Dios decide entregarle sus poderes al protagonista y así cree cambiar su suerte. En un principio todo parece una maravilla y modela la realidad que le rodea. Tiene todos los poderes y es admirado por sus compañeros de trabajo que, coincidentemente, es periodista. Sin embargo esta pregunta se responde, cuando su novia decide terminar con él ya que este ha cambiado y todo el poder "se le ha subido a la cabeza". Es muy latente la pregunta cuando Jim Carrey dice: "¿Cómo puedo hacer que me ame sin afectar su voluntad?", es al final, la misma pregunta que se hace Dios cuando nos entrega sus señales y nosotros no accedemos. A fin de cuentas, de eso se trata el amor, por mucho que uno ame a una persona si ésta no quiere estar contigo no podemos afectar su voluntad. Es lo bonito de la libertad de amar.
