Monday, September 08, 2008

Las dos caras de la moneda

Quizás el pensamiento crítico, receloso y amargo de la Universidad abordó mis venas y lo más interior de mi mente. Tanto así que tengo la dictadura y la represión en cada imagen que veo.
El partido de ayer y la entonación del himno nacional comandada por Carabineros me recordó la escena sobre la dictadura, donde los presos políticos y comunistas detenidos se disponían en los tablones como ratas para luego ser desaparecidos y muertos. Sentí pena y también me imaginé las almas torturadas que estaban presentes en este escenario, mientras todos disfrutabamos del espectaculo deportivo.
Sin duda, que lo que han sembrado en mí estos tres años que llevo estudiando periodismo ha originado estos sentimientos, al parecer los profesores y exiliados han logrado penetrar en esta mente juvenil que fue ajena a este tipo de represalias y comentando su experiencia y vivencia han tocado mi corazón y ser humano. ¿Es acaso lo que quieren?, sí es así tomenlo como un cumplido, pues me acordé de las duras y trágicas escenas en que salían los detenidos como barristas, sólo que dormían y vivían ahí y al centro de la cancha se cometían las ejecuciones a vista y paciencia de todos. Yo no soy comunista y más bien mi pensamiento es más ligado a la derecha, pero hay algo que no soporto y es que la muerte sea injusta, que gente que tiene ideales sea sobrepasada, por eso el cuento de Pìnochet para mí ha cambiado de perspectiva.
En un principio, mi tía me contaba acerca de la dictadura como un gobierno en que era necesario debido a que "los comunistas tenían el mando y le iban a entregar el país a Cuba", sentenciaba. Siempre mencionaba la imagen de la UP, en que debía hacer unas colas extensas para conseguir un pollo. Sí claro tenían para comer, pero no tenían lo suficiente como para 11 hermanos y dos padres. Además siempre mencionaba que "entre los comunistas se arreglaban los bigotes y se pasaban la plata por debajo" y denunciaba los actos de corrupción, que como he visto, son parte de todas los gobiernos. Da lo mismo si es de derecha o de izquierda o de centro, siempre, en todos los gobiernos, hay corrupción parlamentaria. Eso sí no en todos los gobiernos existe muerte y represalias por parte de los militares. Una excepción la conllevó la dictadura de Pìnochet...
Así es que crecí con la historia desvirtuada, con la sensación de que había sido bueno que mataran a tanta gente, por el bien del país o por el futuro mío. SIn embargo, toda esa perspectiva fue alterada cuando entré a la Universidad de Chile, la que me empezó a cambiar los conceptos y relaciones entre unos y otros. Supe de boca de muchos profesores lo que era en verdad ser exiliado y perseguido, ver cómo mataban a la gente "como ratas".
Así creo que el mejor panorama me he construido en la mente: las dos caras de la moneda han sido relatadas. Pero también entiendo a esos jovenes que luchan por el verdadero ejercicio de la democracia y también por el rencor que sienten ante las injusticias de esa época. Si se me hubiese muerto un familiar, claro que habría reaccionado así: todo ese rencor que mi madre, padre, tío, abuelo había sentido, de alguna forma, habría llegado a mis oídos y más tarde habría sido parte mío.

Lo entiendo, pero no lo comprendo...

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