La misión de un cristiano

¡Cuánta crítica se le hace a la iglesia en la actualidad!, el mundo reclama y critica de mala forma a la "casa de Dios", argumentando que "con todo el oro que tiene el Vaticano podrían darle de comer a los pobres". Bueno, ¿Saben a quién se le ocurrió esa idea, de que la iglesia estaba para servir solo materialmente?, pues a Carlos Marx. Gran influente del Comunismo, de la izquierda y de la rebelión de las clases bajas. Su gran crítica la realizaba hacia la Iglesia diciendo" La Iglesia Católica es el opio del pueblo", destruyendo la imagen del Santo templo. Anunciaba que la Iglesia era el poder que sometía a las clases bajas, adormeciéndolos con mensajes que impedían su rebelión, por esta razón se quedaban callados ante el miedo al pecado. Marx instuyó un nuevo pensamiento dentro de la Iglesia que era la llamada "Teología de la Liberación". Los practicantes de esta ideología se olvidaron de la espiritualidad, entregando sólo materialidad. Pero, ¿de qué le sirve el pan al hombre si no tiene amor?. El hombre muere sin pan, pero muere más sin amor. El cristiano está encargado de llevar ese amor, ese amor que obtiene de Cristo, a eso estamos llamados todos y la Iglesia. La Iglesia, esa Iglesia que nosotros vemos lejana; somos nosotros mismos, que la componemos. Así, pues, de ahora en adelante no dejes que te hablen de la Iglesia, pues te ofenden a ti mismo. Todos somos parte del templo de Jesucristo, creyentes y no.
La idea de esta teología era involucrarse con el pobre, insitándolo a la rebelión contra la burguesía y el clero. Aquel Clero se le criticaba y se le critica que debe entregar comida a los pobres, que debe alimentarlos, arroparlos y darles todo lo que necesiten. Pero hasta el mismo Jesucristo menciona que de "no sólo pan vive el hombre". Y la Iglesia, la casa de Dios, lo reafirma.
La caridad no es una OBLIGACIÓN de la IGLESIA, sino es del ESTADO. El Estado es quien tiene la obligación de suministrar y satisfacer las necesidades materiales de todo Ser Humano, para eso fue creado. Pero la Iglesia no fue creada para eso, si no para entregar el amor de Dios, que es lo más importante. No podemos criticarla por esto, ya que cumple una gran labor. Cada uno de nosotros cumplimos una gran labor, la idea es no olvidarse que uno es Iglesia estando fuera de ella; en los lugares de trabajo y estudios, hasta en el mismo hogar o en las fiestas. Siempre uno es Iglesia, el templo de Jesucristo, por eso hay que darse y dar a Jesús en cada momento.

Esta es la misión que Dios nos ha encomendado: ayudar espiritualmente a nuestro hermano desvalido, solucionar la pobreza espiritual que es lo peor que puede tener el Ser Humano. Se puede ver muy difícil pero con Jesucristo todo se puede, sín él nada somos.
Lolach