Friday, July 03, 2009

¿Para qué vives?

Esta fue la pregunta que nos hicieron en catequésis ayer. La verdad es que desde pequeños nos enseñan que hay que estudiar para "ser alguien". Sales del colegio y sigues estudiando, tienes el "título" y trabajas, tienes dinero para mantener una casa, tener una familia y adecuarte al sistema neoliberalista. Pero eso no puede ser toda la vida, no puede ser que nazcamos para crear una familia o concebir hijos, si no seríamos meros reproductores tal cómo los animales y sería innecesario razonar.
Esta vida instrumental donde todo medio te sirve para obtener "algo" y se supone que ese "algo" te va a ser feliz. Pero ¿para qué vivir?, ¿qué hay más allá de la vida? y si sabemos que el dinero no hace la felicidad, entonces ¿a qué nos aferramos para dejar a nuestro corazón contento?
Comienza el día y repetimos la misma rutina:nos levantamos a tomar desayuno, nos despedimos de nuestros seres queridos y nos dirigimos al lugar de estudio, ¿para qué? ¿sólo para conseguir un tìtulo? y después ¿qué? ¿la plata? ¿eso es todo?. A veces un partido de fútbol, un concierto, una ida al cine, etc nos saca de la "chata" vida que llevamos y el fin de semana tratamos de aislarnos de nuestras obligaciones, "descansar" y "disfrutar" de la vida para el lunes comenzar nuevamente la semana. ¡Qué lata!
Sin duda que las relaciones de amor, de amistad o familiares ayudan a suplir muchas veces esa muerte óntica que tenemos en el alma. Andamos pidiendo cariño como mendigos en la calle, pedimos abrazos y nos equivocamos en la entrega del amor porque creemos que de eso se trata la vida. Sólo de afectos y pequeñas felicidades.
Qué triste sería pensar que nacemos para morir, como cualquier otro ser vivo. Entonces ¿para qué la razón?, ¿sólo para ser más inteligentes y crearnos un mundo lleno de comodidades? En el mundo estamos rodeados de la muerte óntica, de la vida sin sentido y del mundo del suicidio. Muchos se mueren en el intento de descubrir esta respuesta y otros intentan suplir la felicidad con vicios. El sexo, la droga, el alcohol, e incluso, el chocolate pueden darnos placeres momentáneos pero ahí quedan, el alma humana requiere otras cosas.
Tantas respuestas que se nos pueden ocurrir para quedar "conformes", pero ninguna nos dejará contentos. En las catequésis lo intentamos descubrir, pero nadie llegó a una conclusión concreta. Quizás San Agustin tiene algún indicio al decir "mi corazón está inquieto si no se refugia en ti", ya sabemos a qué anuncia el "ti" de esta frase.
¿No has sentido alguna vez esa inquietud de no saber porqué estás haciendo las cosas, con qué fin y objetivo?, ¿para ser más feliz? y ¿de qué se trata la felicidad? No es objetiva, a cada uno le hace feliz diferentes cosas, lo que sí podemos llegar a concluir es que el ser humano está en busca de algo y si no lo encuentra es desdichado, el real problema del mundo en la actualidad. Quizás si respondemos esta pregunta, las cosas simples de la vida tomen mayor valor y podríamos alcanzar a "ser felices" antes de morir o, como lo llamo yo, tener el cielo acá en la tierra.

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