Dar la Otra mejilla

Dar la otra mejilla, ¿a qué se refería Jesús cuando decía esto? ¿Cómo llevarlo acabo en la actualidad?, son cosas que me pregunté cuando mi tia me habló de eso.
Me acordé de una historia verídica que me había contado el padre de la parroquia Santa Marta en una de sus reuniones de "jovenes". "El padre Hurtado necesitaba dinero para formas el Hogar de Cristo, fue en busca de efectivo donde un gran empresario que tenía mucho capital. Este, al verlo, se burló de él escupiéndolo en la mano estirada donde recibiría el dinero. Pues, el padre Hurtado que era humilde y manso de corazón, abundaba n sabiduría de Dios y ,obviamente, estaba conectado con el espiritu santo, extiende la otra mano y dice "eso fue para mí, ahora ¿qué tiene para los pobres?" ¿Qué más podriamos responder si no que pedir perdón a Dios...
Dar la otra mejilla no significa que te hieran otra vez, si no dar a entender al otro que está equivocado, empequeñeciéndose, creciendo con el corazón de Jesús. Podríamos decir que esto sólo lo hacen los santos, pero como dijo Jesús estamos llamados a serlo y además de ser humanos, también tenemos el espiritu santo, que nos acerca más a Dios. Por eso, cuando se nos presenten este tipo de aflicciones, si estamos en Jesucristo, el espiritu sabrá qué responder... sólo hay que dejarselo a ´l...
Quizás nos han enseñado a defendernos ante las amenazas, pegar ante cualquier golpe... ofender ante cualquier "palabrota"... sin embargo, Dios nos llama a dar la otra mejilla. Qué cosa más ridícula en este mundo, donde la competitividad está por doquier y pobre de que alguien sea más ingenioso que tú, te caiste del tren y tendrás que esperar que pase nuevamente tu oportunidad.
Es una carrera que no acaba, que si caes, perdiste, quedaste atrás y difícilmente sobrepasarás al que va primero.
Pero lo más difícil no es salir primero, si no hacerse el último, ¿quién quiere serlo?, NADIE. Ser el último es destacar tus defectos y "ser mirado en menos" ante los demás. Ser el último es, simplemente, no habitar en el mundo y pertenecer a otra galaxia... es no triunfar. Pero Dios nos llama a hacernos los últimos, a dar la otra mejilla y salir triunfadores...
Lolach