A pesar del sueño y el cansancio, quería estar presente para el triunfo de chile en las olimpiadas en Beijing. La madrugada del viernes había estado toda la noche despierta para presenciar el juego de Fernando Gonzalez ante el norteamericano James Blake, el mismo que había derrotado a Federer, sin duda tenía que estar despierta para la decisión de la medalla de oro ante Rafael Nadal.
Sin duda que el fútbol jamás lo reemplazaré, pero desde que el Chino Ríos llegó a ser número uno del mundo es que entendí cómo se jugaba el tennis. Más aún con este dúo chileno de Gonzalez y Massú de Atenas 2004. Momento clave para inmiscuirme en el mundo del tennis, aprender las acrobacias, destrezas y estrategias de cada contrincante. Yo crecí con estos campeones Olímpicos y, digan lo que digan, siempre me quedaré con ese recuerdo.
Con ese mismo entusiasmo me dispuse a mirar el partido a las 4 de la mañana ante Blake, donde González se jugaba el semifinalista. Creo que jamás había visto jugar tan bien al Bombardero de La Reina y es que en cada pelota parecía denotar las ganas con las cuales se habia quedado en Atenas 2004, cuando sólo consiguió la de Bronce personal. Todos sabemos: una molestia en la rodilla lo derribó, entregando completamente el partido.
Si bien, el primer set lo iba ganando el Norteamericano que aprovechaba muy bien su potencia y fuerza de brazo. El número 7 en el ranking del ATP se enfrentaba a un desgastado chileno que tenía experiencia, pero digamos la verdad, no estaba en su mejor año. Por eso mismo, me sorprendió su entereza y manera en que supo enfrentarlo para lograr derribar en el tercer set a Blake quien creía tener el partido entre sus manos. Sin embargo, hubo muchos errores los cuales no se podrían repetir con su próximo rival: Rafael Nadal.
El joven español tenía una gran destreza, agilidad y estrategia para vencer al chileno. El revez de Gonzalez entró tímido ante el numero uno del ATP. La categórica derecha, esa que estamos acostumbrados a ver,estaba cometiendo los mismo errores que el partido pasado y muchas veces se quedaba enredada para anotar otro punto más para el español. Nadal no dio tregua y de las "ventanitas" que hablaba Solabarrieta, Gonzalez no supo aprovechar. Sobre todo en el segundo set, quien no lo recuerda, donde se definió el partido. El dramático segundo set nos dio la esperanza del Oro pero Gonzalez estaba desconcentrado o, simplemente, la suerte no era chilena. Todas las pelotas de Nadal siempre estaban en línea y eran jugadas al límite lo que impedía a Gonzalez demostrar su gran juego. Sin embargo, no se dio por vencido y como muchos lo han descatado, entregó la vida por la medalla. Tal como decía Solabarrieta en la transmisión de TVN: "si quieres el oro, no va a ser tan fácil"... está claro qué señal de televisión sintonicé para observar el encuentro.
A pesar de la entereza y fortaleza de Gonzalez, Nadal lo apabulló con la estrategia utilizada, digna de un campeón de Roland Garros y lider en Winbledon. Hay que tener en cuenta que el Rafa se encuentra en su mejor año y Gonzalez ya viene en baja, a pesar de su buen tennis.
La única conclusión que puedo extraer de este episodio es que hacen faltan figuras nuevas en el tennis. También me pregunto por las demás competencias, ¿cómo es posible que recién Chile consigue la primera medalla en JJ.OO? y los demás jugadores, ¿dónde están?, ¡qué pasó con Natalia Ducco! Más de algún chileno tenía la esperanza puesta en ella y la señorita que auspicia a Mc Donalds, Kristell Kobrich, ¡qué fue de sus aguas!. Todavía no he leído, ni escuchado noticias excelentes sobre estas atletas.
Otra cosa que me ha llamado la atención es cómo los periodistas entregan consejos a los padres para que obliguen a sus hijos para asistir a clases de gimnasia en el colegio. La realidad no son las ausencias a la clase de gimnasia, si no la poca entrega de la educación en cuanto a los deportes. La realidad no son buenos atletas, ni mucho menos buenos deportistas, pero algunos futbolistas tenemos, que juegan "medianamente" bien. Una cosa por la otra, al menos algo es algo.
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