Reflexiones sobre el amor y no amor...

Qué curioso como nos paga la vida. De un día para otro todo cambia. Nada es eterno ni está al alcance de las manos, por eso cuando lo tengas aprovechalo. Siempre lo dije y así fue. Pero cuando pensaste que todo estaba mal, que no sabías que hacer, que esa persona se llevaba todo tu ser, toda tu alma y corazón... Quizás te preguntaste ¿qué haré sin él?, no tengo nada porqué luchar. Aunque estaba tu familia, seguías estudiando y los amigos trataban de subirte el ánimo no querías escucharlos... sólo querías llorar junto a ese cielo gris. Seguías existiendo, pero no vivías. No encontrabas la razón para vivir. Pero siempre hay una esperanza, cuando ves todo perdido, comprendes la importancia que hay en sonreir. Una pequeña sonrisa puede cambiar la vida de alguien y si lo ayudas a superar esa penita, quizás es la más grande labor que hiciste durante tu vida. Quizás evitaste un suicidio, un odio, un rencor o qué otro tipo de cosas que ocurren cuando se está en oscuridad.
Simplemente, cuando ves todo perdido, hay una luz que te invita a brillar. Es Cristo, que ilumina tu andar. Aunque te cargó para que no te dolieran los pies, le echaste en cara que porqué te castigaba de esa forma. Ahora miras hacia atrás y comprendes que fue lo mejor. Sabes que si no hubiera pasado esto seguirías metida en ese hoyo. Y aunque quede un poco de dolor, con el tiempo irá pasando y sanando.
Derrepente no vale la pena dar consejos, derrepente es mejor estar ahí, distraer a esa persona que está triste, invitarla a salir y sacarla adelante apoyandola de esa forma. Nos creemos consejeros del mundo, pero al final cada uno vive su vida de acuerdo a su experiencia, personalidad, creencias y valores. Ninguna historia es igual a la otra, aunque puedan parecerse. Nadie es reemplazable y si estuvo en tu vida es porque en ese momento tenía que estarlo. Ahora, ya pasó su momento por eso ya no está. Es difícil y comprender eso, porque a pesa de que uno quiera, el otro no quiere estar contigo.
"Dar hasta que duela" decía el Padre Hurtado, la verdad es que cuesta. Pero no dar, en cuanto a seguir estando porque si no te quieren ¿para qué estar?. Lo mejor es dar el espacio. Es verdad eso que dicen "como yo te amo quiero que seas feliz no importa si no estás conmigo". Amar así es amar de verdad y yo siento que lo hice. Me interesa el bienestar de esa persona. Si no es feliz a tu lado, lo mejor es dar el espacio. Dios sabe porque son así las cosas. Lo más importante es rehabilitarse, ser positivos a pesar de afuera pueda estar lloviendo. Lolach