Thursday, May 10, 2007

Entrevista a Monseñor Andrés Arteaga


Monseñor Andrés Arteaga se refiere a la serie de dibujos animados "Papa Villa"

"Es una ofensa gratuita"

Gran polémica ha provocado la serie de dibujos animados "Papa Villa", en donde se aprecia un Pontífice "loco y excéntrico" y un cardenal "corrupto y criminal", entre otros personajes. Aquello ha ofendido a la Iglesia Católica. Asimismo, Monseñor Andrés Arteaga, obispo auxiliar de Santiago, considera que la serie es una ofensa gratuita ya que juega con temas que son sagrados. Por Jeannette Serra Lapierre

"Papa Villa" fue difundida por la BBC de Londres y transmitida en ese país desde el año 2005. Sin embargo, la serie llegó a Chile en abril de este año y ha provocado grandes críticas sobre el contenido satírico que entrega. La gente se ha manifestado de distintas maneras, entre ellas, enviando cartas a la empresa VTR y Telefónica, quienes trajeron la serie al país, a través de la señal de MTV.

¿Ha visto la serie de dibujos animados "Papa Villa"?

A.A: Sí, claro que la he visto, un par de veces, para saber de qué se trata pero no me he dedicado ahondar en el tema.

¿Qué opinión tiene sobre ésta?

A.A: Es una cosa chabacana que se utiliza para ofender. Además de acuerdo al formato humorístico, no veo que entretenga y, ni mucho menos, que sea constructiva. Además, ofende la fe y creencias de mucha gente. Es una ofensa gratuita, pero sin mayor importancia ya que no tiene un tras fondo.

¿Por qué cree usted que ha provocado tanta polémica?

A.A: Es noticia para los estudiantes de periodismo, para ellos es polémica… (Ríe) Sin embargo, hoy no sale nada que aluda a "Papa Villa" en los medios de comunicación. Gracias a Dios la noticia es otra: que el Papa ha llegado a América Latina. Hubo siete mil periodistas acreditados, creo que esa es la noticia de hoy. No lo otro, que es una ficción y una ofensa gratuita. Entonces, creo que no hay que darle mayor importancia.

Pero sí se ha hablado mucho del tema…

A.A: Claro que sí, pero no hay que darle mayor importancia, ya que utilizan temas que no son relevantes para nosotros los creyentes. Sí nos duele que jueguen con nuestros sentimientos, pensamientos y creencias pero no vamos a "pagar con la misma moneda".

¿A qué se refiere "pagar con la misma moneda"?

A.A: Que no vamos a usar la vulgaridad para defendernos y con ello me refiero a que no utilizaremos nuestra influencia religiosa. La gente es libre de hacer lo que quiera, pero sé que a los creyentes les duele y dejarán de lado todo lo que ofenda a Cristo y a su iglesia. Tampoco le daremos mayor importancia ya que no la tiene.

Según su opinión ¿qué buscan con la transmisión de este tipo de series?

A.A: No creo que busquen algo concreto, si no sólo satirizar y "entretener". El problema está en cómo entretenemos… para mí es una falta de creatividad en temas que son sensibles a las personas. Si quieren entretener o hacer reír a la gente, se puede hacer de otra forma.

¿De qué manera se ha pronunciado el Vaticano y la Iglesia Católica en el mundo con respecto a la emisión del programa?

A.A: El Vaticano no ha querido hacer alarde por este minúsculo acontecimiento que es "Papa Villa". Es algo que no tiene importancia. Además mientras más polémica generamos, más interés habrá en verla y eso es lo que menos queremos provocar.

¿Y en Chile?

A.A: En Chile se está tratando de manera judicial. Hay abogados que se encargan de hacer validar nuestros derechos frente a las calumnias que se transmiten en el programa, ya que son una ofensa grave a nuestras creencias. Pero nosotros los sacerdotes no hablamos de ello, en todas las reuniones que he tenido durante esta semana jamás se ha tocado el tema. No nos preocupa, ya que es un acontecimiento minúsculo, entre muchos otros, que tratan de derrotar a la Iglesia, pero no han podido…

¿Qué opinión le sugiere el comunicado transmitido por la cadena MTV, en el que dicen que "el programa no es un insulto a las creencias, si no más bien una forma de entretenimiento"?

A.A: Es absurdo, por dos cosas. Una, no entretiene y ellos mismos saben que hieren a tantos creyentes Católicos, porque juegan y satirizan de manera cobarde elementos que son sagrados para nosotros. Como por ejemplo, el Pontífice y eso lo podemos apreciar en el respeto que tiene la gente en Brasil ante la llegada de Benedicto XVI.

¿Cómo afronta la iglesia este tipo de temas, y esta serie en especial, si existe la libertad de expresión?

A.A: Es que la serie tiene un concepto erróneo de "libertad de expresión", ya que esta conlleva el respeto por los demás. Se ha pasado a llevar a toda una sociedad creyente. Entonces, ¿de qué libertad de expresión estamos hablando? Además, la satirización con que se abordan los temas sagrados de la religión, son una forma sutil y sicológica de agresión. Muy cobarde, por lo demás, ya que son representados a través de dibujos animados y con humor que sólo injuria contra las autoridades católicas.

¿Qué consecuencias puede traer la emisión de este tipo de programas?

A.A: No lo sé, porque la serie es muy aburrida y no creo que mucha gente la haya visto. Quizás, de un principio, por curiosidad pero luego vieron que era tan "plana" y mediocre que abandonaron la programación de la serie. También considero que no tienen ningún aporte de entretención a la vida de la gente.

¿Qué recomienda hacer la Iglesia Católica frente a estos atentados contra la Fe?

A.A: Que haga respetar sus derechos. Conozco a la organización "Muévete Chile", que son un grupo de jóvenes que han tomado la iniciativa de manifestarse frente a estos hechos, deteniendo su suscripción al cable. También han enviado miles de correos al Consejo Nacional de Televisión, a la cadena MTV y a las señales de cable de VTR y Telefónica, que son los encargados en esta materia. Creo que esa es una buena forma. Sin embargo, la Iglesia no puede obligar a que hagan cosas, ya que la gente es libre. Te imaginas que todos los domingos, los sacerdotes, hiciéramos presión pública para realizar este tipo de cosas. Generaríamos impacto mediático y ya lo ves nadie se refiere al tema, porque no tiene mayor importancia.
Lolach

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