"No puedo"

Mientras la lluvia caía afuera, en la micro intentabamos refugiarnos en nuestras parcas mojadas, un niño de aproximadamente unos 7 años hacía dibujitos en la ventana y se los mostraba orgullosamente a su madre. En medio del estres de la micro, los estornudos y la gripe Porcina que quería hacerse presente, me dediqué a mirar esta ternura de imagen. Ella le decía "haz una gota" y el niño lo intentaba, pero se dirigía con tristeza hacia su madre diciendo "no puedo", ella lo insitaba y le decía "pero intentalo", pero éste no lo lograba y ante la frustración caían lágrimas. "Hazlo una vez más"; insistía ella y esta vez si pudo lograrlo. La madre termina con una frase que me dejó pensando "no ves, si con voluntad todo se puede y hasta hiciste una gotita con carita que te quedó tan bonita".

Ciertamente, muchas veces hemos escuchado la frase "querer es poder", como si fuera parte de una campaña presidencial que avala "el que se la cree se la puede". Cuantas veces nos limitamos al decir "no puedo". Sólo con decirlo ya nos estamos negando la posibilidad de hacer algo, de intentarlo y, en último caso, de fallar. Esta madre, en su filosofía materna, tiene toda la razón con la voluntad de querer hacer algo, ya que si ponemos nuestra atención y dedicación en realizar "algo" saldrá bien o mejor de lo que presupuestabamos.

Cuantas veces nos negamos la posibilidad de hacer o participar en alguna actividad sólo porque creemos que no podemos. El ser humano, y sobre todo si es chileno, nunca debería tener este impedimento ya que de alguna forma se las ingenia para salir adelante. Quizás no seamos los mejores en lo que queramos y nos comparamos con gente muy superior, pero de todas formas podemos hacerlo como dijo esta mujer "con voluntad todo se puede".

Tener la disposición, la amabilidad y las ganas para seguir intentandolo, a pesar de los errores y resultados fallidos es lo que me refiero cuando apunta a la voluntad. Si la gente tuviera este pensamiento en su inconsciente, cuantos malos ratos nos ahorraríamos en la calle, en el metro cuando se avalanzan al vagón, en el paradero cuando corren al ver que se aproxima la micro; pasando a llevar a cualquiera, para irse sentados. En la voluntad, está el respeto al otro, en no rendirse si tenemos malas relaciones con el otro o si este no nos agrada. Rendirse, es el peor defecto del ser humano y no me refiero a las guerras, sino rendirse a estar bien, en paz. Preferimos pasar a llevar a la gente, competir con los más débiles, reirnos de la desgracia ajena, ante brindar una mano, ayudar o apoyar. Más fácil es decir "no puedo", por eso lo pelo, me mufo de su existencia o lo que hace. ¿Para qué desgastarme si no lo conozco, si no es mi amigo?