Somos iguales

Esta vida no se ha hecho para ser juzgado, ni mucho menos para nosotros hacerlo; la muerte se encarga de eso y, porsupuesto, Dios quien verá nuestros actos ante los demás y ahí sabremos si lo que hicimos en la tierra fue bueno o malo. Por el momento, en la tierra, existen muchos casos que uno juzga y malamente... El otro día cnversaba cn unos amigos de la universidad y me preguntaban la opinión sobre Amma. Saben lo católica y creyente que soy, por ello quisieron provocarme. Al principio, muy cegada comencé a defender mi fe, que creo no estar tan errada, pero luego vi que ellos también pensaban así, pero no por eso juzgaban. Hay veces que nos creyemos los mejores, es mejor mirar para el lado, ya que así como siempre va a haber alguien peor que tú con el que puedes agradecer por ser bueno, siempre va a haber alguien mejor que tú, pero de aquél tienes que aprender y no apenarte, como muchas veces lo hago yo. Creo que juzgar, por creerte mejor, para eso no hemos sido creado, de eso se encarga Dios. Aunque uno esté en desacuerdo, las cosas pasan por algo, claro que si se meten con uno, ahi recién podemos intervenir, si te piden la opinión habla y si quieren que participes, hazlo, teniendo cuidado que alrededor tuyo hay gente distinta a ti, que agradecerá la sinceridad pero también se molestará si le llegan "palos". Y no hay que verse la suerte entre gitanos, para "tirarnos palos entre nosotros" somos muy buenos, pero para reconocer nuestra viga al frente de nuestro ojo, es complicdo reconocerlo, cierto? Hay gente que se cree más porque cree en Cristo, se cree salvo y se cree que todo lo bueno pasa por su casa no más, sin embargo puedo demostrar que el de al lado no cree tanto, ya que no le ha llegado el momento, pero quizás es mejor que uno mismo, que cree y "cree" respetar a cristo.
Para ser cristiano no debe haber soberbia, ni ser mejor que él otro. Somos todos "hijos de Dios" y hay veces que personas enseñan más que el cura, pero jamás que Jesús porque él lo sabe todo. Nos pone angeles para entender su verdad y saber que en realidad no somos los únicos, que todos somos iguales, ni en derecho, ni en condiciones del mundo, si no solamente por ser hijos de jesucristo.

Lolach